Las personas que padecen demencia progresiva van perdiendo el “recuerdo de imagen”. A medida que avanza la enfermedad comienzan a confundir a sus seres queridos, y llegan a olvidarse de su propia figura.
Las prácticas para mantener este recuerdo, deben estimularse desde los inicios de la enfermedad y ejercitarlos en forma constante. Citaré dos ejemplos:
a) Mirar fotos de eventos familiares, y compararlas con las actuales. (Cómo creció el nieto de…!). Generalmente las fotos son bien recibidas por los enfermos y se puede utilizar aún en estadíos avanzados.
b) Peinarlo siempre frente a un espejo e incitarlo para que se observe, recordándole que es su propia estampa la que ve.
Pero si nota algún malestar – irritabilidad, nerviosismo – se deja de lado este elemento. No hay necesidad de molestarlo.
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